Recuerdos nos da una lección de vida a los adultos y envuelve a los más pequeños en un particular universo escénico.
Un montaje de sello propio con una cuidada escenografía y un impecable trabajo actoral, que cambia radicalmente el registro que Adrián Conde nos tiene acostumbrados.
Espectáculo que trata con especial delicadeza el mundo interior de los recuerdos que conserva un personaje peculiar, con una estética cautivadora entre las sombras el pasado y los fogonazos del presente.
Escenifica un mundo interior y nos da una lección de vida a los adultos a la vez que envuelve a los mas pequeños en su particular universo escénico. Logrando mantener el interés del público con una atmósfera y un lenguaje gestual que atrapa de principio a fin.