El acompañamiento en el desarrollo afectivo dentro del currículum escolar
Por Ana Nafría de @BenditoDescontrol
El acompañamiento en el desarrollo afectivo del alumnado viene recogido en el currículum legislativo tanto en la ley educativa anterior como en la nueva en varios puntos y como un principio pedagógico fundamental.
A lo largo de la vida nos encontramos con múltiples situaciones a las que nos enfrentaremos de una manera o otra dependiendo de nuestro bagaje vital y nuestra situación actual.
Somos lo que somos por aquello que hemos vivido y eso es lo que invita a ver Marcelino, el protagonista de la obra que hoy quiero hablarte, un hombre que realiza un recorrido por su vida a lo largo de los 54 minutos que dura la representación y con el que nos podemos identificar.
A menudo nos encontramos con situaciones desde que somos pequeños en que se reprimen nuestras emociones, pensemos en el clásico, «no es nada», «no pasa nada» cuando un niño se cae en el parque…nos asustan determinados sentimientos y nos cuesta hablar de ello. Pero, ¿qué mejor manera que abordarlos y usar el teatro para hablar de nuestras emociones con la guía de un adulto? o un dossier pedagógico.
Todo ello además con un punto de optimismo y esperanza, enfrentarnos a aquello que nos asusta, ser capaz no de superarlo solamente si no de vivir con ello e incorporarlo a nuestro presente nos hace libres. y nos permite avanzar dejando el pasado atrás.
Cabe destacar que Recuerdos es un espectáculo autobiográfico y el saber esto ayuda a los niños y niñas a desarrollar su empatía y la resiliencia.
«Recuerdos» es una obra para ver en familia o para ver acompañado de un adulto no sólo en el visionado si no en la compresión de todo lo que se cuenta en ella.
En este mundo frenético en el que vivimos, pararnos unos momentos a compartir una obra de teatro con nuestro alumnado o nuestros hijos debería ser casi obligatorio por salud mental.
Si quieres hablar de las emociones que mejor que un espectáculo que transite por muchas de ellas. En donde, los espectadores tengamos la oportunidad de enfrentarnos a situaciones y a vivencias que a menudo no queremos ver.
Y esta es una obra en el que las emociones están presentes desde el primer minuto y en la que fácilmente pasamos de la risa al llanto.
No hay emociones buenas ni malas, todas son válidas e incluso a edades tempranas son difícilmente reconocibles pues se entremezclan y es prácticamente imposible clasificarlas.
¿Cuántas veces nos hemos sentido tristes y alegres a la vez?
¿Cuántas veces no hemos sabido ni siquiera cómo nos sentíamos?.
Las emociones son tan intangibles y difíciles de definir que no deberíamos nunca ponerles ni nombre ni color.