Un taller de clown para trabajar mejor en tu empresa
La empresas contratan talleres de clown para entrenar a sus trabajadores y así ayudarles a conseguir sus objetivos.
La humanización del trabajo es una nueva realidad a la que cada día se suman más empresas.
La Revolución industrial nos dio la capacidad de producir en masa, pero la evolución hacia un capitalismo feroz quiso convertir al trabajador en una máquina, sin darse cuenta que incidía negativamente en el resultado.
Los países anglosajones, hace tiempo que se dieron cuenta de que un trabajador contento era un bien para la empresa. El capital social que cada individuo aporta por sí mismo depende mucho del contexto interno de la empresa, por lo que hace falta que haya diferentes elementos que hagan posible reconocer las debilidades y reforzarlas para que el entorno sea favorable. Para eso es necesario que la empresa se ayude de expertos, quienes a través de talleres y de encuentros en fines de semana, enseñan cómo reforzar el valor humano de la empresa a través de diferentes técnicas.
Estas disciplinas, se van desarrollando poco a poco, hasta lograr una alta especialización, llevando a la creación de especialidades nuevas como la Programación Neuro Lingüística o el Coaching, bebiendo su inspiración de otras fuentes como la terapia Gestalt, que a su vez cambia de contexto los recursos desarrollados en el teatro.
Sin duda es el teatro quien descubre la importancia de ese ejercicio continuo de exploración de nuestras emociones, dándonos herramientas para conocer todos nuestros recovecos. Solo así podemos conectar con nuestra sombra y con ella tener más confianza y conocimiento sobre lo que nos hace sentir y por qué. Dentro de esta rama de la expresión artística, es el clown quien decide utilizar esos registros emocionales para conocerse a sí mismo y así poder ayudar al individuo a mostrarse de manera auténtica sobre un escenario. Logrando manifestar sus emociones sin miedo a equivocarse. Esta es sólo una de las herramientas que utiliza el clown para provocar la risa. En ese ejercicio constante de «simplemente» saber quién es, lo que le gusta y no le gusta, logra decir y hacer lo que quiere sin temor a equivocarse, al igual que los niños. Es entonces, cuando llegamos a una clave esclarecedora: hacer lo que realmente nos gusta, mostrarnos tal cual somos, disfrutando del humor.
Sin duda se trata de herramientas que nos permiten afrontar nuestras imperfecciones y convertirlas en fortalezas, convirtiéndolo en elementos de gran valor.
Un empresario que da la posibilidad a sus trabajadores de ofrecerles un espacio en donde aprender a manejar el estrés, la confianza, el autoconocimiento, o la creatividad y en donde la mirada positiva añade riqueza, es un empresario que entiende que al valor humano lo es todo y que solo la abundancia trae abundancia. Por eso, cada vez son más las empresas que se suman a dinámicas de clown para sacar de cada uno esa mirada transparente y sonriente en donde la ilusión hace que lo imposible sea real.
Escrito por Ines Heredia para espectaculosmagia.es